Los riñones son un par de órganos vitales que realizan diversas funciones de gran complejidad e importancia dentro del conjunto del organismo.

  • Filtrar y limpiar la sangre.
  • Eliminar el exceso de líquido y las toxinas, produciendo la orina.
  • Mantener el equilibrio de las diferentes sustancias que hay en la sangre.
  • Contribuir de manera decisiva a controlar la presión arterial.
  • Evitar la anemia.
  • Regular la actividad sexual.

IRC: Insuficiencia Renal Crónica

La IRC consiste en una reducción permanente de las funciones renales tanto endocrinas como depurativas. La función renal residual es el grado de funcionalidad que el riñón mantiene cuando no es capaz de realizar la limpieza de sangre con un nivel adecuado (se mide con el índice de aclaramiento de creatinina).

Hasta que la enfermedad no está muy avanzada, nuestro organismo es capaz de adaptarse bastante bien a la pérdida de funcionamiento del riñón.

  • Enfermedades hereditarias.
  • Inflamación de los riñones (Nefritis, Glomerulonefritis, etc.)
  • Diabetes.
  • Hipertensión.
  • Cálculos.
  • Infecciones diversas.
  • Trastornos vasculares.
  • Tumores.
  • Traumatismos.
  • Sustancias tóxicas y medicamentos.
  • Complicaciones después de una intervención quirúrgica.

Estos motivos, son los más frecuentes, hacen que las nefronas (filtros) se vayan destruyendo y que, cuando sólo queden aproximadamente un 5% del total de ellas, vayan apareciendo los signos y síntomas da la Insuficiencia Renal Crónica.

La insuficiencia renal se manifiesta por dolores de cabeza, neuralgias, dolores musculares y articulares y trastornos visuales y au­ditivos, que pueden llegar hasta la sordera y la ceguera. Estos sín­tomas se deben a la retención de urea, que lentamente, a medida que los riñones funcionan menos, va intoxicando cada vez más el organismo, produciendo una diversidad de trastornos.

Los síntomas, que pueden variar, en muchos casos comienza con:

  • Dolor de cabeza.
  • Aumento o disminución de la frecuencia de orinar.
  • Albuminuria y Hematuria: presencia de Albumina y sangre en la orina.
  • Nicturia: orinar por la noche.
  • Pérdida de apetito.
  • Cansancio.
  • Anemia.
  • Náuseas y vómitos.
  • Insomnio.
  • Tensión arterial alta.
  • Edemas: hinchazón, sobre todo, en párpados y piernas.

Tratamientos

Existen varios tratamientos para la Insuficiencia Renal Crónica. No todos son aplicables para todas las personas, depende de las características da cada enfermo, hay que estudiar cual es el más adecuado en cada momento.

La prediálisis es la fase anterior de la diálisis. Si se detecta con el suficiente tiempo de antelación, el paciente iniciará un tratamiento con medicación y una dieta estricta, convenientemente asistido por el nefrólogo, que le ayudará a retrasar la entrada a diálisis.

En general, se limitará la ingesta de sal para controlar la tensión arterial, y se limitará la ingesta de proteínas. El objetivo de la dieta es retardar la velocidad de progresión del daño renal, mantener un buen estado de nutrición, prevenir o minimizar la acumulación de toxinas urémicas y contrarrestar las alteraciones metabólicas propias del daño renal.

Se denomina diálisis o “Tratamiento Sustitutivo de la Función Renal” al proceso de eliminar productos de desecho y exceso de agua de la sangre. Funciones vitales que los riñones afectados por una IRC terminal no pueden realizar.

Será cuando el funcionamiento de los riñones esté entre el 5% y el 15% de su capacidad, cuando se aplicará al paciente la diálisis (hasta ese momento, habrá permanecido en la fase de prediálisis).Existen dos modalidades de diálisis:


HD: Hemodiálisis

La Hemodiálisis es la técnica de depuración sanguínea en la que la sangre del paciente va saliendo fuera del cuerpo, atravesando una máquina denominada “riñón artificial”, donde se limpia en un filtro especial llamado dializador, para posteriormente regresar al cuerpo, libre de impurezas.

Para este tratamiento es preciso una intervención quirúrgica menor. En el antebrazo del paciente, se realiza una fístula o acceso vascular (unión de una vena con una arteria) que posibilite el proceso de salida y retorno de la sangre tras el filtrado extracorpóreo.

Los pacientes renales sometidos al tratamiento de HD, salvo excepciones, precisan de tres sesiones semanales, en días alternos, de tres o cuatro horas de duración aprox. cada una, en un Centro Sanitario.


Diálisis Peritoneal

Esta diálisis se realiza a través del cuerpo, utilizando como filtro el propio peritoneo (membrana delgada que recubre los órganos del abdomen). Para ello se introduce un fluido especial para diálisis dentro de la cavidad peritoneal, a través de un catéter. Los productos de desecho y el exceso de líquido de la sangre, pasan a través de los pequeños orificios del peritoneo al líquido dializante, que se retira del cuerpo y se elimina.

Para poder realizar esta técnica, es necesaria una pequeña intervención quirúrgica para implantar un catéter en el abdomen.

Existen dos modalidades de diálisis peritoneal y ambas se realizan en el domicilio:

  • CAPD: Diálisis Peritoneal Continua Ambulatoria
  • DPA: Diálisis Peritoneal Automatizada

En la modalidad CAPD, el líquido dializante (unos dos litros en un adulto) se deja en la cavidad peritoneal durante unas horas para que vaya recogiendo los desechos y el líquido extra de la sangre. Este líquido deberá ser intercambiado por el paciente, por lo general, tres veces al día: mañana, mediodía y noche. Cada intercambio suele durar entre 30 o 45 minutos.

La modalidad DPA, se realiza por la noche mientras el paciente duerme. Precisa de una máquina cicladora, que va realizando los intercambios del líquido dializante durante un proceso de nueve horas (aprox.).

Cualquier persona en diálisis que no tenga una contraindicación absoluta para ser trasplantado, debe de ser valorado para ver si cumple los criterios para ser incluido en lista de espera de trasplante.

Hoy en día, además del trasplante renal de cadáver, se contempla la opción del trasplante renal vivo, que puede ser de un donante familiar o incluso no familiar. Este último puede dar lugar al llamado trasplante renal cruzado entre personas no emparentadas, buscando el mejor donante para cada caso. La opción del trasplante renal vivo se puede hacer desde el momento que el paciente entra en las fases de insuficiencia renal avanzada, no dando incluso ocasión a que se empiece la diálisis.

El trasplante renal es la mejor opción de tratamiento de la insuficiencia renal, tanto por una mayor supervivencia, como por una mejor calidad de vida.